Celular x televisor zapping por scroll
Estar con uno mismo parece ser un castigo, nuestra mente no quiere escucharse, no es de ahora, aunque ahora la distracción está siempre en la mano, hace algunos años era el televisor, pero generalmente sucedía al llegar a casa, lo prendíamos y quedábamos ahí por horas. Ahora esa función la cumple de muy buena manera el teléfono móvil, no toleramos quedarnos solos con nuestra mente, tiene tanto para decirnos, el trabajo nos distrae de la mente, no la escuchamos con atención porque nuestra atención está en la labor, y cuando la labor termina aparece el murmullo, la voz que nos indica todo lo que tenemos que hacer para darnos amor pero no la queremos escuchar, entonces sacamos el móvil, que sabemos que está en nuestro bolsillo, entramos a las redes con la esperanza de ver vidas más desgraciadas que la de nosotros, algo que nos confirme que está bien la vida que llevamos, pocas veces pasa, porque el ser humano presume de lo que carece, entonces casi todo eso perfecto es mentira, hay que restar un porcentaje para que dé correcta la ecuación, pero nuestra mente se pierde, en todo el sentido de la palabra, porque el pensamiento es una liebre pero el sentimiento una tortuga, o mas acertado, un caracol, el pensamiento cambia rápidamente es ágil, pero el sentimiento se toma varios minutos en cambiar de dirección, mientras exploramos nuestro feed el cerebro se cuece en reacciones químicas sin motivo alguno más que cine, no hace mucho tiempo lo lograban los grandes medios de comunicación pero ahora lo logra cualquiera, ahora hay tantos canales como usuarios de redes en el mundo, el zapping fue sustituido por el scroll, no se consume ningún contenido interesante o comprobable, la ia avanza y nosotros retrocedemos, hace poco leía que wikipedia pedía donaciones gritando y con razón, que eran uno de los pocos sitios confiables que quedan, depende de nosotros rescatarnos, volcarnos a contenidos más originales, como los que había poco antes del algoritmo, del estilo Tumblr o blogs donde había más escritura y creatividad
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El arte que merodea. El arte que me rodea.