Entre Tintas y Acrílicos: Mi Proceso para Crear una Nueva Obra
1. Inspiración y salida al centro
Hoy hace frío, pero el clima está agradable. Me dieron ganas de pintar, pero me di cuenta de que me falta acrílico negro. Decidí ir al centro a comprarlo y aprovechar para esperar a Victoria, que sale del trabajo a las 4.
2. Idea para el cuadro
De vuelta en casa, me puse a trabajar en la pintura. La idea es hacer una base color marfil, sobre la que agregaré una hoja de sakura. El fondo será negro, con detalles en marfil representando el viento japonés.
3. Improvisando colores
No tenía pintura marfil, así que la preparé mezclando blanco de titanio con amarillo de Nápoles hasta obtener el tono que buscaba. A veces hay que improvisar con los materiales que uno tiene.
4. Mensaje de un cliente
Mientras preparaba la pintura, un cliente me escribió para contarme cómo le cicatrizó un tatuaje reciente. Me mandó una foto y quedó increíble. Me encanta recibir este tipo de mensajes.
5. Preparación del espacio de trabajo
Usé un papel reciclado para proteger la mesa y comencé a aplicar la base de color en el lienzo. Reflexioné sobre cómo el blanco cambia en cuanto se le mezcla cualquier otro tono y cómo técnicamente se convierte en un gris.
6. Importancia de controlar las notificaciones
Mientras trabajaba, pensé en lo importante que es controlar el uso del teléfono. En lugar de estar pendiente de las notificaciones, prefiero mirarlo solo cuando lo necesito.
7. Venta de cuadros
Si alguien quiere adquirir este cuadro, lo vendo a un precio accesible. Mi objetivo es seguir pintando, así que los precios son justos para que ambos ganemos.
8. Diseño de la composición
Después de que la base se secó, dibujé la flor de sakura con un pétalo cayendo, para darle movimiento. También agregué líneas representando el viento japonés, un elemento común en ilustraciones con dragones o aves.
9. Últimos detalles
Ahora solo queda pintar la parte negra y ver el resultado final.
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El arte que merodea. El arte que me rodea.