Tribal en el pies.

Ella me trajo varios diseños, quería un poco de cada uno, cada uno tenía algo que a ella le gustaba, pero ninguno le convencía, me dejó todos los diseños y me pidió que con las cosas que le gustaba de cada uno le armara solo uno y que no faltara el nombre de su hijo Iván, con todo esos datos comencé a trabajar, a los pocos minutos la llamé para mostrarle lo que más o menos había armado y le gustó, solo me pidió que modificara el nombre y algunos detalles y demoramos bastante ubicándolo en el lugar correcto.



Ahora solo quedaba inmortalizarlo, un trabajo muy delicado, la línea fina, trazos dulces.









Ahora hay que cuidarlo para que cure bien, quedo contentísima con el laburo terminado y me dio más de lo que le cobre, eso es un cliente conforme, saludos Ale, Gracias por confiar.