¿Tengo prohibido tatuarme si soy cristiano?
Tatuarse o no tatuarse, esa es la cuestión. Bueno, quizá para muchos de nosotros no sea una cuestión, y lo único a tener en cuenta sea el estado de la propia cartera.
Pero si uno es un cristiano prácticamente, el tema de si tatuarse o no puede ser peliagudo. Hay autoridades religiosas y cristianas de a pie que afirman que uno debería ser libre en eso, siempre que las imágenes que se tatúe no sean obscenas o antirreligiosas. Pero otros niegan en redondo esa libertad y citan el párrafo del Levítico 19:28, que en una muy difundida traducción al inglés dice: “no cortéis vuestros cuerpos por los muertos, ni os hagáis marca de tatuajes.”
Valla. Pero, un momento, la Biblia fue escrita hace miles de años, y el termino tatuaje no empezó a ser utilizado hace unos cientos. Tatuaje es el modo en que los marinos europeizaron la palabra polinesia “tatau”. O sea que ese termino no pudo ser conocido por los escritores hebreos originales, pero sí lo era por sus traductores al inglés.
Traducido directamente del hebreo, el Levítico 19:28 dice, según el rabino Michael Cohen: “no os haréis cortes en el cuerpo en recuerdo del alma de un muerto, ni os haréis ninguna señal, ni incisiones, ni escritos.”
El rabino Cohen dice que la idea tras ese párrafo es que la gente no debe herirse en recuerdo a los muertos, como era costumbre en la antigüedad, tal cual no deben herirse intencionalmente, a menos que sea para salvar una vida. “Probablemente no estuvo mal que tradujesen señales, incisiones y escritos por tatuajes, aunque sea un tanto limitante. Para mi, lo que sí esta prohibido son las mutilaciones, las quemaduras y las cicatrices, pero esas cosas no son tatuajes”, prosigue el rabino. “En general, yo diría que una persona religiosa no debería alterar o dañar el cuerpo que le ha sido dado, pero, si lo hace, no queda maldito por la tradición judaica. Y contrariamente a un error muy común entre la gante, sí que enterremos en nuestros cementerios a los judíos tatuados.”
Pero si uno es un cristiano prácticamente, el tema de si tatuarse o no puede ser peliagudo. Hay autoridades religiosas y cristianas de a pie que afirman que uno debería ser libre en eso, siempre que las imágenes que se tatúe no sean obscenas o antirreligiosas. Pero otros niegan en redondo esa libertad y citan el párrafo del Levítico 19:28, que en una muy difundida traducción al inglés dice: “no cortéis vuestros cuerpos por los muertos, ni os hagáis marca de tatuajes.”
Valla. Pero, un momento, la Biblia fue escrita hace miles de años, y el termino tatuaje no empezó a ser utilizado hace unos cientos. Tatuaje es el modo en que los marinos europeizaron la palabra polinesia “tatau”. O sea que ese termino no pudo ser conocido por los escritores hebreos originales, pero sí lo era por sus traductores al inglés.
Traducido directamente del hebreo, el Levítico 19:28 dice, según el rabino Michael Cohen: “no os haréis cortes en el cuerpo en recuerdo del alma de un muerto, ni os haréis ninguna señal, ni incisiones, ni escritos.”
El rabino Cohen dice que la idea tras ese párrafo es que la gente no debe herirse en recuerdo a los muertos, como era costumbre en la antigüedad, tal cual no deben herirse intencionalmente, a menos que sea para salvar una vida. “Probablemente no estuvo mal que tradujesen señales, incisiones y escritos por tatuajes, aunque sea un tanto limitante. Para mi, lo que sí esta prohibido son las mutilaciones, las quemaduras y las cicatrices, pero esas cosas no son tatuajes”, prosigue el rabino. “En general, yo diría que una persona religiosa no debería alterar o dañar el cuerpo que le ha sido dado, pero, si lo hace, no queda maldito por la tradición judaica. Y contrariamente a un error muy común entre la gante, sí que enterremos en nuestros cementerios a los judíos tatuados.”
Naturalmente, lo que dice o no dice la Biblia puede no ser un problema para los cristianos, pues son muchos los que creen que, con su nuevo testamento, Jesús supero al viejo, y libero a sus seguidores de los preceptos del mismo. Así que no hay problemas para que te tatúes ese Sagrado Corazón o esa Virgen de Guadalupe, ¿vale?
Más aún, históricamente ha habido tatuajes que eran una señal de devoción. Allá en la edad media muchos de los peregrinos a tierra santa comenzaban su acción con un tatuaje hecho por un monje copto, en general una pequeña cruz. Era un modo de mostrar a los demás que uno realmente había ido a los santos lugares.
Pero , volviendo al tema de la prohibición bíblica, el reverendo John Franks, del Centro Episcopal de Nueva York, dice que esas antiguas prohibiciones simplemente impiden a los cristianos que “se hagan malos tatuajes, profanando lo que es sagrado… es decir sus propios cuerpos, al mutilarse a si mismos. Que cada uno defina malo como quiera pero, para mí, un tatuaje que uno se hace con el sincero deseo de glorificar a Dios no estaría prohibido por la Biblia.” Evidentemente, lo que si estaría mal es hacerse tatuajes de imágenes religiosas con segundas intenciones, como en ese truco habitual de los antiguos marineros, que se tatuaban la imagen de Jesús en la espalda para evitar que los azotasen. “Eso es manipulador e insincero”, dice el reverendo Franks, “y contaría como un mal tatuaje”.
Claro que en ningún lugar de la biblia se dice explícitamente que los tatuajes hayan de ser buenos. Lo que es más, de la lectura del libro sagrado hay quien afirma que el mismo Dios Biblico pudiera estar tatuado…
En efecto, en Isaías 49:13-18, Jehová tranquiliza a los hebreos, que temen que los olvide, diciéndoles: “¡No os olvidaré! Ved que os he grabado en las palmas de mis manos.” ¿No suena eso a un tatuaje? Y, como Dios Padre, el Hijo no parece ajeno al tatuaje, en Revelaciones 19:16 se describe asi la apariencia del Mesías en su prometido retorno: “Y en su manto y su cadera lleva escrito `Rey de Reyes y Señor de Señores`”. Suponiendo que no sea un texto escrito con rotulador, eso también tendría que ser un tatuaje ¿verdad?
O quizás no. Tal vez sea un milagro…
Pero, para acabar, de lo que podemos estar seguros es de que el arte y el alma llevan tiempo formando parte de la experiencia humana.
-Arcadia
Articulo extraído de la revista “tattoo FLASH” edición Nº18 España 2003
Más aún, históricamente ha habido tatuajes que eran una señal de devoción. Allá en la edad media muchos de los peregrinos a tierra santa comenzaban su acción con un tatuaje hecho por un monje copto, en general una pequeña cruz. Era un modo de mostrar a los demás que uno realmente había ido a los santos lugares.
Pero , volviendo al tema de la prohibición bíblica, el reverendo John Franks, del Centro Episcopal de Nueva York, dice que esas antiguas prohibiciones simplemente impiden a los cristianos que “se hagan malos tatuajes, profanando lo que es sagrado… es decir sus propios cuerpos, al mutilarse a si mismos. Que cada uno defina malo como quiera pero, para mí, un tatuaje que uno se hace con el sincero deseo de glorificar a Dios no estaría prohibido por la Biblia.” Evidentemente, lo que si estaría mal es hacerse tatuajes de imágenes religiosas con segundas intenciones, como en ese truco habitual de los antiguos marineros, que se tatuaban la imagen de Jesús en la espalda para evitar que los azotasen. “Eso es manipulador e insincero”, dice el reverendo Franks, “y contaría como un mal tatuaje”.
Claro que en ningún lugar de la biblia se dice explícitamente que los tatuajes hayan de ser buenos. Lo que es más, de la lectura del libro sagrado hay quien afirma que el mismo Dios Biblico pudiera estar tatuado…
En efecto, en Isaías 49:13-18, Jehová tranquiliza a los hebreos, que temen que los olvide, diciéndoles: “¡No os olvidaré! Ved que os he grabado en las palmas de mis manos.” ¿No suena eso a un tatuaje? Y, como Dios Padre, el Hijo no parece ajeno al tatuaje, en Revelaciones 19:16 se describe asi la apariencia del Mesías en su prometido retorno: “Y en su manto y su cadera lleva escrito `Rey de Reyes y Señor de Señores`”. Suponiendo que no sea un texto escrito con rotulador, eso también tendría que ser un tatuaje ¿verdad?
O quizás no. Tal vez sea un milagro…
Pero, para acabar, de lo que podemos estar seguros es de que el arte y el alma llevan tiempo formando parte de la experiencia humana.
-Arcadia
Articulo extraído de la revista “tattoo FLASH” edición Nº18 España 2003